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jueves, 13 de octubre de 2022

 DESFILE MILITAR

De nuevo surge la polémica sobre la conveniencia o no de celebrar la parada militar que todos los años desde hace algunos, ya en democracia, se celebra en el Paseo de la Castellana de Madrid. La derecha política siempre está con el ejército y asiste entusiasmada a los actos en los que aparecen nuestras FFAA, llevan banderas más que nadie pareciendo que los demás estamos en contra de cualquier demostración de "sacar músculo" que haga el ejército, como si en otros países se despreciasen los actos en los que aparece su ejército. Acaso no es para alegrarse ver esos fabulosos aviones, tanques Leopard, cuerpos militares elegantemente uniformados, mientras se nos informa por las megafonías que tal o cual cuerpo tiene una representación en soldados y armamento, en cualquiera de las misiones pacificadoras en las que nuestras tropas llevan participando desde que nuestro país se integró en Europa. Es una de las maneras que existen de contribuir con el esfuerzo común, al mantenimiento de la paz, al menos en nuestra machacada Europa. Se imagina alguien que, España, tradicionalmente aislada del resto de paises, al margen de conflictos y sólo dedicada a sus asuntos internos, para luego reclamar una parte del apoyo que necesitaría para su desarrollo, sin haber puesto nada en favor de los demás? 

Tal vez ese habría sido el ideal de nuestros pacifistas, enemigos siempre del empleo de las armas para resolver los asuntos que con el sólo empleo del diálogo y el consenso, tendríamos suficiente.  Quien no recuerda el berrinche que protagonizaros nuestras feministas oficiales, Olarra/Montero, pacifistas de postín, cuando el Gobierno de España, dirigido por Pedro Sánchez, decidió apoyar a la Ukrania invadida por la Rusia de Putin? Verdad es que, durante el día de ayer, nuestra "femipacifista" de primera línea, Irene Montero, lucía un precioso vestido morado que decía mucho en favor de su cambio de orientación.

Naturalmente, incluso si hay que aplaudir a la Guardia Civil, pues se hace, que no pasa nada. Todo es susceptible de reconversión, la civilización está donde se encuentra, gracias a su poder de adaptación. Ahora, algo así se nota, quien se acuerda que nuestro ejército, combatió a la democracia española y se alzó en favor de la "caverna" para impedir que aquella débil República prosperase. A este ejército actual, como hubiera dicho si no lo ha hecho ya, Alfonso Guerra no lo conoce ni la madre que lo parió. Eso, seamos sinceros, a todos nos gusta, y haber conseguido disipar la idea del golpismo militar, eso, el tiempo lo ha puesto en el sitio que le corresponde. Ahora, los problemas son otros, ya nos lo han enseñado, el miedo ya no está en los cuarteles, ni nadie habla ya de "ruido de sables", lo cual quedaría para un Narvaez o un Tejero,  y así lo hemos aprendido y asumido. Lo cual no quita que el "energumenismo hispano" siga vociferando e insultando incluso con la ayuda de un megáfono, al presidente del gobierno de España que, dicho de paso, "ha sudado bien la camiseta" desde que ocupa el cargo y al que, desde esta tribuna sin público, le deseo continue por ese camino tortuoso que inició contra viento y marea.

jueves, 21 de octubre de 2021

 Feliz aniversario del final de los asesinatos de ETA, diez años sin matar a nadie, estupendo. Pero el canalla-encubridor Otegi, el que denominaba "conflicto" a la causa de los asesinatos de ETA. Decía, que el conflicto existía entre Euskalerria , "su patria" y el Estado y al no poder solucionar ese conflicto ETA se veía forzada a matar a todos los discrepantes de aquella paranoia etarra.

Ahora, dice que aquello no debía de haber ocurrido, que siente el dolor de las víctimas, eso sí, las víctimas de ETA. Por una vez este siniestro personaje, Arnaldo Otegi, achaca a ETA la muerte de las víctimas. Pero ni en broma osa referirse a aquel método como algo propio de criminales perturbados, fascistas y totalitarios, por emplear ese sistema como método de resolución del "conflicto", ni tampoco a ETA como una banda de criminales. Y fue cuando ETA tuvo todo en su contra, no sólo a la policía sino a gran parte del pueblo vasco, cuando les entró la luz en sus cabezas criminales, cuando decidieron rendirse al ver que no llegaban a ninguna parte. De nada de esto ha hablado el hipócrita de Arnaldo Otegi. Con solo haber reconocido que era una manera salvaje de resolver el problema que tenía el pueblo vasco, habría bastado para que hubiéramos creido en su sinceridad. Nadie debería de exigir a ese impresentable, que pida perdón, el perdón es exigible solamente cuando se ha faltado a unos principios o creencias ofendidas, nunca por haber asesinado a sangra fría a un ser humano. "Oigan todos, quiero que sepan que me arrepiento de haberle puesto aquel paquete bomba al político debajo de su coche que le arrebató su pierna, de verdad que lo siento", me perdona Vd? Sí, hombre, pues claro, todos nos equivocamos, de sabios es rectificar. 

Y miren Vds. tontos de capirote, nos comportábamos así porque estábamos convencidos de que Dios lo comprendería, (estamos refiriéndonos a gente muy piadosa, creyentes de pura cepa). Y ahora el tal Otegi, con un cinismo escalofriante, sin usar una sola palabra en contra de ETA y sus crímenes, se permite un sarcasmo odioso, los "presupuestos del Estado canalla", que  hay que firmarlos, pues claro oye, y que nos saquen de las cárceles a toda la basura que tenemos allí.

Es de esperar que el Gobierno no accederá a ello, en caso de que Bildu, se lo pida, si bien es cierto que hasta ahora esa organización se ha limitado a trabajar en los asuntos del Parlamento y es de desear que así continuen. Por ello, hay que pedir al"corre ve y dile" de Otegi, se calle, y no se le vuelva a ver la cara para no desprestigiarse más a sí mismo.

jueves, 10 de octubre de 2019

La Guardia Civil, siempre victoriosa

Algo tendrá cuando nadie osa poner nunca en entredicho, lo que diga ese cuerpo militar. Se trata de un instrumento del Estado válido para todo tiempo, da lo mismo que haya una guerra civil, que una dictadura sangrienta, que una democracia parlamentaria, ellos se acoplan como un guante a la mano que corresponda, poniéndose del lado del gobierno que toque. Por eso, son aceptados por todos, sin ninguna queja hacia ellos, gozan siempre de la confianza del pueblo, sí el "pueblo", ente abstracto como si fuera un todo indiferenciado, como un sujeto político único, como un  destino en lo universal. Si el sistema político imperante en ese momento, decide laminar todo aquello que representa la pluralidad concreta, partidos, sindicatos, Parlamento, mm.cc, organizaciones sociales, es decir, todo lo que forma parte de ese pueblo, lo que hace una dictadura, allí están ellos, el "instituto armado", para colaborar en todo lo que se les pida. Ese es su secreto para sobrevivir, su fuerte capacidad de adaptación. Que lo siguiente es una democracia, pues a por ella también, nuevas adaptaciones, se le quita el aguilucho al escudo de la bandera y se le substituye por un escudo constitucional. 

Si nos vamos a estos momentos, próximos a que salga la sentencia de los independentistas catalanes presos, ellos, la Guardia civil, con su carisma de influencias áulicas, manifiestan que no se fían de lo que puedan hacer los Mossos de Escuadra en el caso de que haya un rechazo del "pueblo" catalán a la sentencia, rechazo motivado  como todos sabemos, porque va a ser dura. Lo han dicho ellos, cuya credibilidad nadie va a cuestionar. Ellos, lo deben saber mejor que nadie, ya digo, la influencia áulica.

Y qué decir de los actos celebrados estos días, en honor a la patrona del cuerpo, a los que ha asistido como invitado de honor, el fiscal Zaragoza que acusó de rebelión, los actos protagonizados por los independentistas. Tenían que invitar al señor fiscal, a ese acto, sobre todo por haber destacado durante el juicio, que aquellos actos del 2017, eran propios de un golpe de Estado, y claro, hasta ahí podíamos llegar, incluso más allá. La rebelión, hecho execrable y nauseabundo para un cuerpo militar intachable en su honor, como la Guardia Civil, tan respetuosa siempre con la legalidad constitucional de España, con alguna honrosa excepción, como su apoyo a la sublevación de los militares en el 36, apoyando el golpe,  luego la guerra y durante la sangrienta Dictadura, persiguiendo rojos por los montes y pueblos de España y ya para dorar la píldora,  la escaramuza "tejerina" años después de 1981.