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sábado, 1 de julio de 2017

ZIZEK, otro populista




He leido un par de artículos sobre ese nuevo filósofo que llenó el Circulo de BA el otro día, dejando a mucha gente sin poder gozar de las genialidades que vomita el tío, y me digo, otro más a la cazuela de populistas augures de un futuro incierto, y muy dados a descalificar lo que la democracia ha conseguido hasta ahora en nuestra civilización.

El tipo se entretiene en hacer chistes, (incluso tiene publicado un libro sobre ellos)sobre Stalin, el Gulag, Hitler o los jemeres rojos, da igual.- Los utiliza como ingredientes de sus platos  en sus clases de Masterchef para aspirantes a cocineros, profesión esta muy socorrida en época de paro lacerante. Con ellos hace unos platos que adereza con algunos atrevidos apotegmas de esos en los que ”todo el mundo piensa pero nadie se atreve a pronunciar”. De eso también hay mucho en estos tiempos, es tiempo de apotegmas.

El saber intelectual, que estuvo representado en el pasado por los grandes”cabezas de huevo”, los creadores de opiniones polémicas, teóricos marxistas  y demás fauna intelectual, pues todo eso ya no tiene seguidores, los que hay no gozan de influencia social, los partidos, etc., todo eso ya no sirve. Pero, no te suena haber oido esto ya antes?   Ahora, en estos tiempos, esa caida de los de antes ha dado paso a un nuevo ente de expresión que son las redes sociales, manifestación palpable de la miseria cultural que nos rodea como un magma destructor.Cuanta gente se ha lanzado a escribir los 140 caracteres o menos si es posible, para decir cosas, las que sean incluso para atacar a alguien y a ser posible, con faltas de ortografía, de tanto analfabeto funcional que ven en las redes la posibilidad de existir. Y los populistas echando mano de gurús como Laclau, Lacan, esmerados cocineros del pensamiento, dados a elaborar platos con muchos ingredientes, freudismo, marxismo, estructuralismo, post marxismo, etc.

Lo que resulta quizá de atractivo en gente como Zizek, es el ruido que provocan, su capacidad de seducir a sus seguidores, deseosos de escuchar en otros, esas cosas que ellos no dicen. Esta generación de nuevos mesías, crean la polémica mediante el escándalo que provocan sus declaraciones. También hay que ser escandaloso en estos tiempos de apatía, como trataba de serlo el griego Diógenes, el de la secta del perro. También el escándalo puede servir de guía para el humor, en unos tiempos estos  en los que no se produce nada con humor, no del tipo inglés que, por cierto no son nada graciosos. Hablo del humor que puede provocar el quebrantamiento de los límites de lo tolerable, cuando se subvierte el orden cotidiano, consiguiendo una desconcertada carcajada. Hay que reivindicar aquí a los surrealistas, y echar a la papelera a todos estos cantamañanas que salen como el geranio.