Durante mucho tiempo se decía, desde algún sector de la progresía socialista, que un hombre como el ahora ex alcalde de Madrid iría bien en las listas del PSOE, se confiaba en él porque sobre todo, era un buen gestor, alguien que desde un puesto de mando como el de alcalde de una gran ciudad, se dedicaría a acometer todas las necesidades de la ciudadanía, a poner farolas allí donde se necesitasen u otras necesidades ciudadanas. Se decía también, eso, que un político sólo tiene que ocuparse de gestionar bien la cosa que tuviese en sus manos. Dado mi desconocimiento de aquel nuevo significado, siempre había creído que un gestor era un señor que tenía una gestoría en algún local o piso de la ciudad, para llevar papeles, atender la contabilidad de una pequeña empresa, etc.
Cuando el ex alcalde y actual ministro de justicia, "su gran ilusión" en palabras de su gran amiga y compañera Esperanza Aguirre, empezó a rivalizar, precisamente con ella, se decía también que lo que ocurría era que, la presidenta de la Comunidad de Madrid, era un escollo grave para las aspiraciones de Gallardón que no eran otras que ocupar el liderazgo del partido conservador y llegar así a la Moncloa, el auténtico deseo del entonces alcalde, pero nunca ocupar el puesto número cuatro en las listas a las elecciones generales y, menos aún dar la imagen de un sumiso y obediente militante de su partido que, para más escarnio, acaba diciendo que él, si ha llegado a ministro ha sido gracias al apoyo de Fraga Iribarne. Vamos que por sí solo no hubiera tenido méritos suficientes. Ese es el intrépido ex alcalde que, además no tuvo la gallardía de avisar a los madrileños que se iba a retirar como alcalde, de dar la cara y decirnos que, tras sus fracasos como aspirante olímpico de Madrid, nos iba a dejar sin piscinas municipales, algunas derribadas sin sustitución por otras y algunas más cerradas a la espera de su privatización. Tampoco nos dijo que nos dejaba una deuda a los madrileños de más de siete mil millones de euros, así para que veamos de lo que es capaz. Y todo para ser... el número cuatro en la lista a las generales. Vaya un candidato a presidente. Pero a quienes los madrileños más debemos por su pundonor y lucha desde la oposición municipal, es al PSOE, instalados en sus poltronas sin decir nunca nada. Así les está yendo aunque eso sí, el sueldo lo tienen asegurado de por vida.
Ahora Gallardón, ya de ministro, "su gran ilusión", aventurada profecía de su enemiga de siempre, tragó ese dardo envenenado de la lideresa para, desde el ministerio de justicia, retrotraernos al pasado, devolviendo al poder judicial lo que dicen, le pertenece, su autonomía e independencia del resto de los poderes como decía Montesquieu, endurecer las penas de prisión y "retocar" la ley del aborto. Está actuando como si le moviera un deseo de venganza por su insatisfacción, por no haber batallado por lo que él más deseaba, ser presidente del gobierno de España. Una actitud de sumisión y obediencia muy llamativa.
Lo que si es cierto, es que la derecha en este país, de siempre, ha esperado a ocupar el poder para deshacer todo lo que habían hecho los anteriores gobernantes. Así fue durante la II República española cuando los conservadores, una vez recuperados del susto tras las reformas hechas por la coalición republicano-socialista, se dedicaron a abolir toda esa legislación para dejar las cosas como estaban. Y siempre ha sido así en España, como ya hiciera Fernando VII, que abolió toda la labor de las Cortes de Cádiz y volvió al absolutismo una vez que fue restaurado en el trono de España. Pero a los españoles debe ser que nos gusta que nos flagelen, que nos pongan aquellas cadenas que pedía el pueblo embrutecido de 1814, cuando clamaban por la vuelta del Deseado. Bien, pues toma gestión de Gallardón hasta que nos hartemos.
jueves, 26 de enero de 2012
lunes, 2 de enero de 2012
Feliz 2012
Dicen que vamos a tener un año de aupa, de esos de agarrarse a la boina para no caerse, lo han dicho los Cuatro jinetes del Apocalipsis, con un gesto de susto en sus rostros, que parecían sacados del congelador, ensayados previamente hasta la ocasión propicia. Me estoy refiriendo a Soraya, Montoro, Guindos y Fátima, los encargados de dar la cara. El otro, el manda, el nuevo presidente, callado como le es habitual. Nunca se les había visto así, sobre todo a la vicepresidenta, tan asustada ella, acostumbrados que nos tiene a su verbo acerado e hiriente contra los causantes de la crisis. Soraya Santamaría, ha culpado de todo al anterior gobierno. Ellos que tenían tantas ganas por ponerse en el sitio de los otros, lo primero que hacen es recortar, congelar, subir impuestos que no iban a subir. Si los planes ocultos que tenía Rajoy, pasan por seguir las consignas de Guindos, meritorio en la caida de Lemhan Brothers, así como los dictados de Merkel , eso es carecer de ideas propias, para lo cual no hacía falta poner tanto énfasis en apartar a Zapatero. Se lo podían haber sugerido al anterior gobierno: "subid impuestos, congelad salario mínimo, congelad aquí y allá".
Bueno, nos queda el consuelo de saber las cuentas del rey y su familia. Además ya sabemos lo que gana. Y qué mas dará saberlo o no, digo yo?
El monarca tiene congelado el sueldo desde hace dos años, creo haber leido. Su yerno, previsor ante la que nos caía encima, supo asegurarse el futuro, o al menos lo ha intentado, porque, a saber en que acabará todo ese pestilente embrollo. Apartado del clan familiar por no ser ejemplar en conducta, puede que sea todo el pago que acabe haciendo el tal Urdangarín. En cuanto a su esposa, dormir en la misma cama y no enterarse de lo que hace el marido, es como lo de aquella que fue la última en enterarse que su marido le ponía los cuernos. O al revés, que lo consentía todo? También lo sabía el rey, por eso no comprendo el mérito concedido a sus palabras en el discurso de Navidad, cuando lo de que la ley es igual para todos, es de tan obvio que mejor haberse callado. Y lo de que las conductas ejemplares, iba para todos, no fuéramos a creer que sólo se refería a su yerno, faltaría más. En resumidas cuentas, patatas....
Nuestro príncipe, en cambio, en una de sus acertadas y siempre gloriosas intervenciones habladas, ha dicho en estos momentos de tan desdichada desgracia familiar, que la ONG que va a patrocinar, va a desplegar una actuación intachable,transparente como el cristal de una gafa de marca, de conducta tan ejemplar que va a ser el espejo de navegantes, como para darle al cuñado en las narices. Yo me pregunto si el que le hace los discursos al principe no es en realidad, un saboteador,alguien que le quiere poco, porque me parece ridícula tal afirmación de quien aspira a ser el heredero de su padre.
Los tratadistas del siglo XVI, escribían libros de consejos al gobernante sobre su tarea, algunos intentando moralizar, sobre lo que está bien y lo que no. Maquiavelo en cambio, no intenta moralizar, descarta la moral y presenta en toda su crudeza las técnicas de la acción política. Destaca como cualidades del Príncipe, es decir, del político, del hombre de estado, la "virtu", la "fortuna". Estas condiciones pueden resumirse en su capacidad de utilizar las situaciones, de manipularlas, de tal modo que todas ellas sean consideradas como medios y ninguna como fin en sí, excepto el poder. Otros tratadistas, escribían los famosos "Espejos para príncipes", para que el gobernante se viese ahí reflejado y siguiera sus consejos. Muchos políticos españoles, ni de Maquiavelo ni de otros saben nada en absoluto, pero si saben de cómo hacerse con una manera de vivir acomodada por medio de la política: ésta como medio, nunca como fin en sí misma, lo contrario de lo que pregonaba el florentino.
Y así, el cuñado del principe o yerno del rey, que viene a ser lo mismo para el caso que nos atañe, no ha hecho ni más ni menos que lo que llevan haciendo en este pais desde hace mucho tiempo, esos pseudo hombres de estado a la española, concejales, presidentes de comunidades autónomas, alcaldes, etc.que no dudan en caer en lo más abyecto de la condición humana con tal de enriquecerse, que se aprovechan del cargo público que tienen y cuya confianza el pueblo les otorgó, para su enriquecimiento personal. Qué tienen que ver las "virtudes" ladronicias de esta gente con las de un hombre de estado, un servidor comprometido con lo público? Y sin mirarse nunca al espejo excepto para afeitarse por las mañanas. En esto, Urdangarin ha hecho lo mismo que ellos: abusar de la confianza que depositó en él su familia porque, les aseguro que de la mia este individuo no ha abusado.
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