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martes, 30 de abril de 2019

Con una espada al cinturón, así quiero yo las cosas en mi país.

Echa un vistazo al Tweet de @ZaidaCantera: https://twitter.com/ZaidaCantera/status/1108271471049297921?s=09

Echar fuera a Sánchez



Desde que Pedro Sánchez ganara las primarias de su partido, enfrentándose a Susana Diaz y posteriormente lograra mediante una moción de censura, desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa, los enemigos surgieron hasta de entre las piedras. Nadie estaba contento con el nuevo paladín de la socialdemocracia. Lo primero porque, a esta formación política, poderosa en otro tiempo en Europa por sus logros en la paz social y la recuperación económica, no se le auguraba un buen futuro. El brote reaccionario, populista, xenófobo y tutti quanti lindezas fascistoides, se quieran añadir, había irrumpido en Europa, al empuje de Donald Trump, Salvini en Italia y demás líderes populistas de este "new fascisme". Toda Europa gozaba con las nuevas formas preocupadas más de salvar los valores patrios que  los principios más  destacados de la democracia y los derechos humanos, y así en España, aunque con un cierto retraso, también aparecieron los primeros brotes de "patrioterismo franquista" que, como siempre le ha sido tradicional, lo primero que dice es que ellos, los "verdaderos patriotas" llegan para poner orden, para limpiar de "basura" el espectro político. Ese afán que tienen los fascistas por la limpieza, resulta paranoico, recordemos a Hitler, ante una Alemania hundida por la carga judia y bolchevique. También caracteriza a los nuevos fascistas, esa pulcritud en el vestir, esa apostura  del señor Smith, pantalones beige casi cercano al pardo de los nazis hitlerianos, su voz atronadora, como la de un Orlando Furioso, deseoso de venganza, diciendo "yo soy el Apocalipsis",  

Sin embargo, esta gente de VOX, que yo sepa, no han atacado a Sanchez y su intrusismo anterior, tarea que han usado Casado y nuestra veleta Albert Rivera, siempre buscando la dirección del viento. Estos dos perfectos lechuguinos que diría Baroja,  han quemado su garganta en insultos a Sanchez, la puta envidia, para deslegitimar su presencia en el gobierno "frankestein", del nuevo presidente, calificándole de "okupa", impostor, terrorista por pactar con Bildu y los independentistas, felón, toda una retahíla de insultos, cosecha propia del mentiroso,  "comprador de títulos de master universitarios" en la Juan Carlos I, llamado Pablo Casado. 

Bien, pues tras el resultado de las elecciones, ese tal Casado, habiendo cesado  en sus invectivas contra el usurpador Sánchez, está ya como si no le hubiese pasado nada a su partido. Y le llama la atención el que haya partidos que no quieran que Sanchez abandone la Moncloa. Y lo peor, no es eso sino que el tio quiere ganar las municipales, autonómicas y europeas porque es ahí, donde ellos el PP, tiene la última palabra. A Casado, por patoso y faltón, gran artífice de la "debacle" de los populares, deberían haberle impuesto como penitencia, cantar el Clavelito hasta las próximas elecciones. En público.

Mientras el lider de las marionetas, agitador de brazos, Rivera, eufórico y negándole el saludo a Sanchez. Veremos. Y nuestro Iglesias, quien pese a haberse moderado en el discurso, no convence tanto como al principio, pidiendo algún ministerio, lo que debe suponer eso para él.... Y ella, la más plus de lo  feminista en España, la señora Montero, quizá un poco más calladita las próximas semanas, no le vendría mal. A Podemos, le mata su impaciencia, que le lleva a veces a patinar pero sin pizca de gracia. Lo dicho, el más histriónico, por sus movimientos de brazos y manos, fotos, es Rivera, mientras su segunda de a bordo, Arrimadas, en lugar de pensar en los estropicios que va a causar Sanchez recuerde cómo ella, habiendo ganado unas elecciones en Cataluña, la dejaron a un lado.